España 02050

«A España no la va a conocer ni la madre que la parió» dijo Alfonso Guerra, vicepresidente del gobierno y vicesecretario del PSOE, al comienzo de la década de los 80.

Ahora ha sido, Pedro Sánchez, presidente del gobierno, el que se propone dejar a España, o lo que quede de ella, irreconocible para el 2050.

Comité de expertos España 02050

Teniendo a separatistas y comunistas entre sus socios, dejará de ser España; será Expaña, o algo así. Y para que no le ocurra como con la plandemia, que anunció un «gabinete de expertos» que luego se descubrió inexistente, ahora sí que sí.

La discriminación de las vocales débiles

Como todo el mundo sabe, hay cinco vocales (al menos en español) y que se dividen en fuertes o abiertas (a,e,o) y débiles o cerradas (i,u).

Ahora podría yo ponerme a hablar de diptongos, triptongos, hiatos y otras hierbas, pero eso es algo que también sabe todo el mundo (je) y, además, el motivo de mi inquietud es otra. Me refiero a la tremenda discriminación que está haciendo el lenguaje «inclusivo» con las vocales débiles.

Las pobres vocales débiles, marginadas

Es chocante que algo supuestamente inclusivo se dedique a excluir, pero esas contradicciones son muy frecuentes en el mundo pogre. Aunque justo es decir que los que discriminan no son los progres auténticos, sino los progres de salón, los advenedizos de última hora que intentan quedar bien.

Adiós, Jueves, adiós

Comencé a comprar El Jueves desde su inicio allá por 1976, creo recordar. Y no solamente la compraba, sino que también la encuadernaba y conservaba. ¡Cuánto tiempo y dinero invertido, sí señor!

Y cuántas risas, con tanto ingenio, por parte de Ivá, Óscar, Perich, Gin, y tantos más. Era una revista de izquierdas, claro, como yo, y tenía el sesgo inevitable, pero era una revista de humor, y le disparaba a todo lo que se movía.

El Jueves, al vertedero

Con el tiempo fueron desapareciendo aquellos grandes del humor. Ley de vida. Y llegaron otros, pero que ya no eran ni dibujantes (aunque dibujan) ni humoristas (aunque a veces -sólo a veces- tengan alguna chispa), eran y son activistas.

2030 ¿La solución final?

Hay unos organismos supranacionales, que no ha votado nadie (FMI, ONU, BM, etc.) que han decidido que en 2030 se acabarán nuestros problemas, los de todos, los del mundo.

Agenda 2030 – La solución final

También hay individuos, a título personal, que se han sumado entusiásticamente a esta solución final: Bill Gates, George Soros, Kissinger, etc.

Y llevan dando la matraca hace ya mucho tiempo que una de la causa de los problemas es el exceso de población. Hay que reducirla, y mucho.

Isabel II, kaiser de Inglaterra

¿Sabías que la familia real británica se cambió el apellido durante la I Guerra Mundial? Eso ocurrió porque son de origen alemán y quedaba feo que el país en que reinan estuviese en guerra con su país de origen.

El príncipe alemán Ernesto Augusto de Hannover se casó con una nieta de Jacobo I de Inglaterra. Jorge I, hijo de ambos, empezó a reinar en Gran Bretaña en 1714. El apellido ya era Brunswick-Hannover, pero es que años después, la famosa reina Victoria se casó con el príncipe alemán Alberto, de otro linaje distinto. Y entonces ya hubo que añadir a los anteriores los de Sajonia-Coburgo-Gotha.

Cuando estalló la Gran Guerra, la de 1914, y se enfrentaron -entre otros muchos- Inglaterra y Alemania, el rey inglés Jorge V pensó que quedaban aquellos apellidos inconvenientemente germanos. Y de un plumazo pasaron a llamarse Windsor, que es el lugar donde se ubicaba el castillo real y quedaba mucho más inglés.

La inquisición globalista

La Inquisición religiosa, por si alguien no lo sabe (¡qué cosas tengo!) era un tribunal eclesiástico dedicado a la supresión de la herejía que inquiría y castigaba los delitos contra la fe.

Sobre la Inquisición, especialmente la española, hay una leyenda más negra que el carbón, pese a ser la que menos personas ejecutó y ser una de las que más tarde se constituyeron. Pero no es ese el tema de esta entrada del blog, sino de la Moderna Inquisición.

La Inquisición Globalista
Recortar, tachar, suprimir… la moderna Doctrina de la Cancelación ha empezado.

La Inquisición antigua, mejor o peor, era un tribunal y tenía unos criterios, buenos o malos, emitían sentencias, justas o injustas. Ahora ya no hay tal, sólo unas personas anónimas que, sin criterio claro, y ante el que no se puede apelar, suprime opiniones, cierra cuentas, cancela programas, condena a agentes sociales y hace lo que le sale de los cataplines.

Y siempre siguiendo los intereses de sus poderosos señores. Que nunca dan la cara, pero que se sabe quienes son y qué pretenden.