A alguien, poco afortunado en ese instante, se le ocurrió llamar «caja tonta» a la televisión. Y tuvo éxito. Mucha gente la llama así desde entonces.
Pero es un error. No es nada tonta. Los tontos, bobos, estúpidos, necios, lelos, memos, simples, cortos, imbéciles, idiotas, mentecatos, majaderos, merluzos, tardos, tarados, atrasados, desequilibrados, ingenuos, y algún otro sinónimo que se me olvida son aquellos que se sientan frente a ella y TRAGAN todo lo que les echan.
Sin criterio, sin contrastar, sin leer, sin estudiar… Lo que diga la tele es palabra de Dios. Lo que no sale por la tele no existe. Y lo que salga es la puriquita verdad.
Qué pena.