Cuando no había Twitter
Cuando no había Twitter, pero hace mucho, mucho, mucho, lo que era digno de admiración era lo que llamaban ser «un hombre del Renacimiento». O sea, dedicarse y dominar, todas…
Para reír o llorar, depende
Cuando no había Twitter, pero hace mucho, mucho, mucho, lo que era digno de admiración era lo que llamaban ser «un hombre del Renacimiento». O sea, dedicarse y dominar, todas…