Ha saltado la noticia (porque ahora las noticias son como ranas y saltan. No se divulgan, difunden, propagan, revelan, notifican, transmiten o propalan, no. Saltan) de que PP y PSOE pactaron ocultar la nacionalidad de los delincuentes en los medios de comunicación en 2003.
La noticia, que se repite una y otra vez, como el ajo, en los medios de desinformación, (desde 2003 no habían tenido tiempo de decirlo), tampoco es exacta. Para que fuese correcta debería decir «de los delincuentes extranjeros», puesto que el documento se llamaba Tratamiento Informativo de la Inmigración en los Medios de Comunicación Audiovisual.
¿Recuerdan cuando Julio el Califa repetía una y otra vez lo del bipartito, que eran lo mismo? La calle, no tan educada ni fina como el Califa, mucho más soez, lo que decía era «¡PSOE y PP, la misma mierda es!» ¡Qué poco caso le hacían a Julio, sólo los suyos. Y ahora ni eso, porque los «suyos» también han pactado y se han asociado con la caquita con tal de pillar cacho.
Volviendo a aquel pacto secreto (porque secreto fue, cuando no se publicó) una de las principales doctrinas era no incluir el grupo étnico ni el color de la piel. Y aquel pacto era, en principio, una «guía» o «consejos» para los medios de comunicación que dependían directamente del poder.
Pero se fue el Tío del Bigote y vino Bambi para darle una vuelta a la ceja. Sacó una guía para TODOS los medios, y también para la Policía.
Y después ya fueron viniendo más directrices sobre no asociar delincuencia e inmigración, no hablar en masculino, no utilizar palabras como avalancha, invasión, etc.
Detrás de todo este macro acuerdo sellado entre el PP y el PSOE estuvieron los principales medios generalistas del país, incluyendo las tres agencias de comunicación más grandes: Europa Press, EFE y Servimedia.
Hasta que hemos llegado a donde estamos ahora, en que ni la gente particular puede utilizar ciertas palabras y tiene que recurrir a eufemismos como «gente que no comen jamón» y similares. Es de esperar que pronto salga una ley que prohíba los eufemismos.
Se empezó metiendo la nacionalidad bajo la alfombra y acabaremos sin poder hablar porque no sabremos qué decir sin ser detenido, multado o… ajusticiado.
Tenía razón la calle: «¡PSOE y PP, la misma mierda es!»