Calvo, portavoz oficial de la izquierda (?) actual en el gobierno y la izquierda (?) que la apoya, refleja la obsesión por ocuparse de modificar el idioma, como si el idioma fuese causa y solución a la vez de los problemas de los españoles.

No parecen haber tenido la respuesta que esperaban de la RAE, por ahora, pero seguramente no cejarán en su empeño. Veremos, las subvenciones y financiación ayudan a veces a convencer de los mayores despropósitos.
A los que nos preocupan la sanidad, la educación, las pensiones… nos da la impresión de que nos están haciendo un Calvo.