Acabo de pintar dos gatos. Uno, para mi hija, con acuarela, ya que ella prefiere esta disciplina pictórica.
Y he pintado otro chiquito, de 20×20 cms. sólo por el gusto de probar los lienzos negros y las pinturas acrílicas fluorescentes (en los ojos del gato).
Para costar 1,75 € el lienzo y emplear 25 minutos en hacerlo, no se puede pedir mucho más. Por cierto, las amapolas en Cartagena se llaman ababoles.