La globalización no es tan mala
Se cayó el muro de Berlín, llegó la liberalización de los mercados, se pergeñó una nueva estructuración geopolítica, hubo una revolución de la información y la comunicación… y ¡ale hop! Llegó la globalización.
Hay mucha gente que está en contra de ella, pero ¿de verdad es tan mala? Lo que le pasa a esa gente es que son unos tristes y no saben ver el lado positivo de las cosas.
Sí, es verdad que las empresas multinacionales tienen más poder cada día e imponen sus decisiones a los estados.
Pues eso es una oportunidad para usted ¿qué le impide crear una empresa multinacional que le dé más dinero y poder del que nunca soñó?
En cambio, un estado… ¿quién puede ahora crear un estado propio? Fíjese en el pobre Artur Mas cómo las está pasando de canutas para hacérselo.
O los escoceses, que no lo consiguieron, aunque ya están volviendo a intentarlo, claro. Como los de Quebec.