La globalización no es tan mala

La globalización no es tan mala

Se cayó el muro de Berlín, llegó la liberalización de los mercados, se pergeñó una nueva estructuración geopolítica, hubo una revolución de la información y la comunicación… y ¡ale hop! Llegó la globalización.

Hay mucha gente que está en contra de ella, pero ¿de verdad es tan mala? Lo que le pasa a esa gente es que son unos tristes y no saben ver el lado positivo de las cosas.

La globalización no es tan mala

Sí, es verdad que las empresas multinacionales tienen más poder cada día e imponen sus decisiones a los estados.

Pues eso es una oportunidad para usted ¿qué le impide crear una empresa multinacional que le dé más dinero y poder del que nunca soñó?

En cambio, un estado… ¿quién puede ahora crear un estado propio? Fíjese en el pobre Artur Mas cómo las está pasando de canutas para hacérselo.

O los escoceses, que no lo consiguieron, aunque ya están volviendo a intentarlo, claro. Como los de Quebec.

En riesgo de exclusión

En riesgo de exclusión

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El lenguaje, esa herramienta de dominio

En riesgo de exclusión… ¡Qué manera tan infame de jugar con las palabras y de cambiarlo todo para desposeerlo de fuerza y significado, para dejarlas vacías!

Riesgo es la posibilidad o proximidad de un daño, dice el diccionario. El que nada entre tiburones está en riesgo de que se lo coman. Cuando ya se lo han comido, el riesgo ya no existe, cojones. Es un hecho consumado.

¿Cómo es posible que tras 8 años de crisis (estafa) salvaje siga habiendo millones de personas «en riesgo de exclusión»? ¿Es que por las noches llega Batman y las rescata hasta la mañana siguiente?

¿Los que comen de lo que encuentran en la basura todavía no han sido excluidos y siguen en riesgo de que el excluidor que los excluya buen excluidor será?