Pitágoras – Ipse dixit
Pitágoras de Samos 571-497 aJC.
No es mucho lo que se conoce de él, aunque sí de su obra. Participó en una edición de los Juegos Olímpicos y ganó una palma de oro en lucha (no sería de oro en aquellos tiempos, claro; se sobrentiende que quedó primero).
Fundó escuelas de sabiduría, fue perseguido y huyó a Crotona, donde permaneció el resto de su vida.
Su influencia política fue grande y llegó a dominar, también con las armas, amplias zonas, junto con sus discípulos.
El ingreso en sus escuelas era difícil y existen muchas anécdotas sobre ello.
Durante los dos primeros períodos de noviciado (3 y 5 años respetivamente) el candidato no tenía derecho a recibir explicaciones.
A cada una de sus preguntas, la respuesta que obtenía de los discípulos más avanzados era siempre la misma: “Ipse dixit” (Él lo dice).
Ese Él era Pitágoras, por supuesto. Al cabo de 8 años el aspirante a discípulo pasaba a ser tal discípulo y podía hablar con el Maestro.
Aunque su actividad fue fecunda en muchos ámbitos su fama, al menos entre los estudiantes, es por su archiconocido teorema. Bueno, se supone que archiconocido porque con las LOES, LOGSES, LOMCES, etc. etc. no sé, no sé.