Protocolo. Era lo que aplicaban las SS en los campos de exterminio. Por eso, su justificación más recurrida cuando fueron juzgados en Nuremberb era «yo sólo cumplía órdenes». «Befehl ist Befehl» (órdenes son órdenes), argumentaban los nazis.
Pero luego los denominados «Principios de Nuremberg» ratificaron que actuar bajo las órdenes de un gobierno o de un superior no exime de la responsabilidad.
La historia se repite con el protocolo
En la plandemia actual se ha aplicado y se están aplicando protocolos que, un día, serán juzgados.
Cuando haya unos segundos juicios de Nuremberg o Nuremberg 2.0, que empiezan a reclamar miles de personas por todo el mundo, no valdrá aquello de «órdenes son órdenes».

Pero, mientras tanto, las víctimas siguen cayendo como moscas. ¡Ay Manolo, que viene el protocolo!
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