Hace ya tiempo que se sabe que los viejos estorbamos a mucha gente, especialmente a las élites globalistas y sus secuaces.
Unos lo dicen abiertamente. Otros hacen chistes.
Y otros aprovechan las crisis como la del COVID-19 para mandarlos al cielo.
Hace ya tiempo que se sabe que los viejos estorbamos a mucha gente, especialmente a las élites globalistas y sus secuaces.
Unos lo dicen abiertamente. Otros hacen chistes.
Y otros aprovechan las crisis como la del COVID-19 para mandarlos al cielo.