Lo que va de ayer a mañana

Lo que va de ayer a mañana. Ayer se le decía a los niños que comían poco o mal que vendría el hombre malo y se los llevaría.

Mañana también se les dirá pero un poco distinto. Por ejemplo, el hombre malo ya tiene nombre: Bill Gates.

El niño de mañana

Lo que el niño tendrá que hacer no es comerse un plato de espinacas o una buena fruta, sino un chuletón de carne artificial, que para eso el bueno de Gates ya ha invertido mucho dinero.

O comerse unos gusanitos, que también es algo que le gusta mucho a las entidades globalistas, como solución para imponer a los demás.

Lo que va de ayer a mañana
Ayer y mañana

Y las vacunas, claro

Y lo que hará como castigo no será llevárselo, sino vacunarlo. Una y mil veces. De hecho, eso ya lo han empezado el día 5 de este mes.

Aunque sobre esto, hay quienes no están de acuerdo. Entre ellos, el propio creador de las vacunas ARN, Robert Malone.

V Invasión reptiliana

En 1983 se emitió la serie V (invasión extraterrestre) con mucho éxito a nivel mundial.

Iba de unos seres que querían dominar el mundo y que se presentaban como pacíficos, seres de luz, que hacían las cosas por nuestro bien. Llegaron con mensajes de paz y pidiendo confianza en ellos.

Después, cuando dieron la cara, resultaron ser algo mucho peor. Eran reptiles y nosotros, los humanos, seríamos su alimento. La población hubo de organizarse como Resistencia frente a ellos, ante el riesgo de ser aniquilados. Aquella «V» que daba título a la serie era de Victoria.

V Invasión reptiliana
V ¿Y si hubiera sido de Vacunas?

Aquella serie de ficción me entretuvo y me divirtió mucho. Pocos años después, el exjesuita y ufólogo -entre otras cosas- Salvador Freixedo escribió un libro, también de ficción, inquietante: «La granja humana».

Otra invasión reptiliana

Sin embargo, el autor no lo presenta como ficción, sino como realidad comprobada por él: el ser humano no es el dueño de la creación sino un animal de granja, criado por seres superiores, reptiles también, que nos tienen como ganado sin que seamos conscientes de ello.

Esos reptiles (o reptilianos, como les llaman los amantes de las teorías conspirativas) son las élites gobernantes.

La granja humana

Cuando lo leí, me divertí y me reí mucho de aquel disparate. Hoy me río también, pero menos. Sobre todo cuando recuerdo las cosas que vienen diciendo los oligarcas que han implantado o están implantando ese famoso Nuevo Orden Mundial. Por ejemplo:

Ted Turner, magnate audiovisual y fundador de la cadena CNN: «Necesitamos reducir la población mundial a dos mil millones (actualmente somos siete mil millones) y tener una política de un niño por familia (como hizo China) durante 100 años».

David Rockefeller, magnate y banquero, ya fallecido: «Estamos al borde de una transformación global. Todo lo que necesitamos en una GRAN CRISIS y las naciones aceptarán el Nuevo Orden Mundial.

Bill Gates, magnate informático y de vacunas: «Tenemos sobre población. El mundo tiene 6,8 mil millones y se dirige a unos 9 mil millones. Pero si hacemos un gran trabajo con VACUNAS, ATENCIÓN MÉDICA y SERVICIOS DE SALUD REPRODUCTIVA, podríamos reducirla en quizás un 10 o un 15 por ciento».

Christine Lagarde, Presidente del Banco Central Europeo y ex Directora del Fondo Monetario Internacional FMI: «Los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global. Tenemos que hacer algo ¡y hacerlo ya!»

Henry Kissinger (Consejero político, ex secretario de estado de EEUU y perejil de todas las salsas globalistas: «Sí, mucha gente va a morir cuando se establezca el Nuevo Orden Mundial, pero será un mundo mejor para los que sobrevivan».

Por supuesto todas estas cosas son casualidades, y muchas están desmentidas por los «verificadores independientes» pagados por estos mismos personajes. Salvo cuando están grabadas en video y no pueden desmentirlas, claro.

Que decía yo que todo esto por echarnos unas risas y que son teorías conspiranoicas, aunque, como decía la revista «La Codorniz»: TIEMBLE, DESPUÉS DE HABER REÍDO.

La invasión repitiliana también pasa apuros
Los problemas de los micrófonos que se enganchan…

Actualización 28/10/2021: Esta campaña de la ONU metiendo más miedo con el apocalipsis climático no me tranquiliza mucho, la verdad. Aunque a los calentólogos les encantará, claro.

666 El número de la bestia

666 El número de la bestia. Lo has oído y lo has dicho, seguro.

¿Padeces de trihexafobia?

Quizás sí, y no lo sabes. Ese nombre tan raro, trihexafobia, en realidad lo es aún más, ya que la palabra real, completita, es hexacosioihexekontahexafobia.

Sirve para designar el problema que tienen (o tenéis) aquellos que padecen de un miedo insuperable e irracional, o sea, fobia, al número 666. 

En realidad, aquí es todo muy raro, no solo la palabreja. Veámoslo poco a poco.

Si uno dice en cualquier conversación cotidiana “seiscientos sesenta y seis” pronto habrá cerca algún informado que dirá “¡el número de la bestia!”, (o el del diablo, o del anticristo…)

Y si su información es de luxe, además sabrá que así aparece citado en la Biblia, más específicamente en el Apocalipsis, 13:18, cuando dice: “Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis”.

Ya está. Todo claro ¿no?

el numero de la bestia

No está todo tan claro

Pues no. Para unos es la marca de la bestia pero, para otros, es la marca del nombre de la bestia.

O sea, que ese número representa el nombre de alguien. Entonces ¿quién es la bestia?

Aquí es donde la historia se complica. La biblia se escribió, se supone, en hebreo, pero la versión más antigua que se conoce es una traducción en griego.

Para hacerlo más complicado, el hebreo no tiene vocales, y ni el hebreo ni el griego tenían números, sino que sus letras también eran números.

Por ejemplo, la primera griega, la alpha, esa que quieren ser todos los machos, incluidos algunos políticos populistas, es también el número 1.

Y para terminar de «arreglarlo» todo, los números romanos también son letras, aunque eso vendrá después.

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