Despoblando que es gerundio. «Debemos hacer todo lo posible para despoblar el planeta» , dijo en 2015 Christiana Figueres, responsable sobre asuntos como el clima cambiático en la ONU. Por supuesto, luego salieron los verificadores de siempre a decir que no había dicho lo que sí había dicho.
Pero no solo eso, también había dicho antes, a medios como Bloomberg, que la dictadura comunista china, que practica el infanticidio, los abortos forzados y la esterilización obligatoria son los que lo están haciendo bien para combatir el cambio climático o clima cambiático o como lo llamen. Antes lo llamaban «calentamiento global» pero cuando los datos reflejaban lo contrario, y se vio que había una tendencia al enfriamiento, los calentólogos dijeron «ostia tú, que se nos va a ver el plumero» (bueno, lo dijeron con otras palabras pero en esencia era eso) y suspendieron la convención de aquel año, que tocaba en Suecia, y se pusieron todos a pensar.
«Oye, que si la tierra no se está calentando no podemos seguir diciéndolo, habrá que inventarse otra cosa».
Salió el listo del grupo, bueno, uno de los listos, que hay varios, y dijo «ya está, hablaremos de cambio climático y como el clima siempre cambia, por definición, pase lo que pase, nos vale». Y ahí estamos.
Lo de la despoblación no es nada nuevo. A las élites siempre les ha parecido que hay demasiada gente «corriente» en el planeta y han ideado montones de teorías para reducirla.
El bueno de Bill, en 2011
Aquí tenemos al bueno de Bill Gates hablándonos, en junio de 2011, en The Sovereign Independent, de «Despoblación mediante la vacunación forzosa. La solución al carbón cero». Tremendo ¿verdad?
Pero nunca había habido tantos frentes abiertos, y de forma tan clara, para reducir el número de habitantes. En el gráfico siguiente hay un buen resumen de las armas que se emplean actualmente para que seamos cada vez menos.
Despoblando, que es gerundio.