Algún día, todo esto…

Con la Agenda Vente y Trinca, la Ley de Restauración de la Naturaleza aprobada por la Unión Europea, que quiere devolvernos al neolítico, me viene a la mente esa famosa frase de «Hijo mío, algún día, todo esto será tuyo» y un padre mostrando a su descendencia sus posesiones.

Ahora ya no habrá posesiones. No tendrás nada y serás feliz, dicen. Bueno, alguien lo tendrá, pero serán ellos, los reptilianos.

Y, harán de la naturaleza una auténtica ñorda. Ya la están haciendo.

Pepito Grillo ha muerto

La Unión Europeda (no es una errata) ha autorizado dos insectos -de momento- para consumo humano. Grillos y otros.

Con el rollo del apocalipsis climático, han decidido cambiar filetes por grillos. Dicen que será difícil convencer a la gente para que coma guarrerías de esas, pero no lo es tanto.

De una parte están los tontos útiles de siempre, esos que tanto le gustaban a Lenin, los que están conformes con todo. Y de otra parte ¿cómo sabes que la pizza que estás comiendo no está hecha con harina de grillos tostados?

Grillos por un tubo
Pepito Grillo ha muerto. Esos personajes que mienten y no les crece la nariz, o sea, los políticos, han firmado su sentencia de muerte.

Comerse una bolsa de gusanitos puede hacerse algo literal mientras ves una película. Hay gente dispuesta a ello. Pero otros no lo estamos. Ya, bien, sí, pero… ¿en el etiquetado van a poner si el helado, las rosquillas o los canelones llevan grillos triturados? ¿O simplemente van a poner que pueden llevar trazas de hemípteros o coleópteros?

Apuesto a que no lo dicen. Pero es que, si lo indican, con el nivelazo que tienen nuestros estudiantes, les importará un huevo de pato porque no sabrán lo que es.

De modo que, lamentándolo mucho, informo a mis lectores que van a comer grillos, cigarras y pulgones por un tubo.

Y serás feliz

Que dicen los seguidores de la COSA (Colapso Organizado por Sicópatas Asociados) que tenemos que ir haciendo lo que ellos digan y así llegaremos al nirvana, poco más o menos.

Dicen también que no tendrás nada y serás feliz. Dicen muchas cosas más para llegar a ese mundo maravilloso que quieren para unos pocos, ya que, al parecer, sobra (sobramos) muchísima población.

La cifra no está clara, porque según el filántropo de turno que lo diga, varía. Pero hay cantidad por la que podemos apostar sin equivocarnos, hay que finiquitar a más de la mitad de la plebe.

Los abuelos son los primeros en la lista, y ya iniciaron la criba en abril de 2020. Pero no es suficiente, por eso hacen falta padres que maten a los hijos (aborto), hijos que maten a los padres (eutanasia), estados que «jodan» a sus ciudadanos (¿verdad Macrón?) con vacunas que esterilicen, incapaciten o directamente supriman al personal.

Como las cifras van variando día a día, es mejor consultarlas por uno mismo. Uno de los lugares es el de la OMS Vigiacces. Otros son el de EEUU (VAERS) o el de Europa (EUDRAVigilance). Estos son datos oficiales, siempre inferiores a los reales, pero puede uno hacerse una idea.

Pero volviendo al principio, el de la felicidad, aunque dicen cosas, hay otras muchas, muchas cosas, que no dicen. Por ejemplo ¿si tú no tendrás nada… quién lo tendrá? las cosas se te alquilarán porque serán de alguien.

Tu casa ya no será tu casa, tendrás un lugar donde vivir que te proporcionarán, pero que puede cambiar y tu casa, otro día, será otra… Hay muchas preguntas que hacerse.

Objetivos de la Agenda 2030
No tendrás nada y serás feliz

La cuadriga 2030

La cuadriga 2030 es la que nos va a llevar a un mundo maravilloso de aquí a pocos años, 8 o 9 a lo sumo.

Esa cuadriga está tirada por cuatro caballos de diferentes cuadras y de diferentes colores: rojo, morado, naranja y azul. Eso cuatro caballos no son iguales, cada uno tiene sus peculiaridades.

Si recuerdan la película Ben-Hur de 1959 (probablemente no) o el libro de Lewis Wallace, de 1880, en que está basada (menos aún), recordarán la famosa cuadriga que condujo Judá Ben Hur en la carrera contra Mesala. En 2016 se perpetró una nueva versión sin ninguna coartada, y sin pedir disculpas.

Bien, pues yo, que tengo buena memoria, recuerdo el nombre de los cuatro hermosos caballos que tiraban de aquella cuadriga; todos tenían nombres de estrellas: Rigel, Aldebarán, Antares y Altair. Y cada uno tenía algo que lo hacía diferente a los otros: uno era más fuerte, otro más veloz, otro más tranquilo, otro más nervioso, etc.

La cuadriga 2030
La cuadriga 2030

Pero, al final, todos tiraban del mismo carro, todos tenían el mismo auriga: Judá Ben Hur, y todos llegaron a la vez a la meta. Sería absurdo apostar por uno o por otro. Otra cosa sería apostar por una cuadriga u otra. Pero por los caballos, daba igual la apuesta.

La cuadriga 2030 y sus caballos

La cuadriga 2030 tiene cuatro caballos principales. Y todos tiran en la misma dirección, con sus diferentes matices.

Cuando llegue el momento de votar ¿de verdad importa votar por uno u otro? Van al mismo sitio, tienen el mismo amo y el mismo conductor. Su objetivo es el mismo. ¿Aún no lo conoces? Hay que mirarlo con los cristales reales, no de colorines que publicitan.

Agenda 2030 ficticia y real
Objetivos del Nuevo Orden Mundial y su agenda

¿No hay más caballos?

Sí, hay otro caballo, el de la cuadra verde. Pero… cada vez más gente cree que se trata de disidencia controlada. Esto de las terapias génicas experimentales y haberse adoptado la misma postura que los demás, les ha hecho mucho daño, con razón.

Médicos por la Verdad repiten una y otra vez que TODOS los partidos políticos, SIN EXCEPCIÓN, tienen la misma posición con respecto a las mal llamadas vacunas. Y las mayúsculas las ponen ellos, por si hay dudas.

De modo que del caballo verde hablaré en otra entrada futura.

2030 ¿La solución final?

Hay unos organismos supranacionales, que no ha votado nadie (FMI, ONU, BM, etc.) que han decidido que en 2030 se acabarán nuestros problemas, los de todos, los del mundo.

Agenda 2030 – La solución final

También hay individuos, a título personal, que se han sumado entusiásticamente a esta solución final: Bill Gates, George Soros, Kissinger, etc.

Y llevan dando la matraca hace ya mucho tiempo que una de la causa de los problemas es el exceso de población. Hay que reducirla, y mucho.