El arroz a tu gusto

Me apetece disponer de mi tiempo (cuando me jubile, si es que vivo lo suficiente para eso) para cosas tan simples como deambular por las calles de mi ciudad a esta hora, cuando el sol acaba de levantarse y está bostezando todavía, buscando un café que le termine de despertar.

«El arroz a tu gusto», dice el cartel que aparece en la fotografía mañanera. Pues esa sería la vida a mi gusto: madrugar, pero para mí, no para otros; levantarme temprano por el placer de hacerlo, no por la obligación.

Pero, por ahora, el arroz sigue siendo a gusto de otros. ¿Cómo lo desea el señor… caldoso, socarrat, integral, a banda…?

Puta vida.

El puerto de la trimilenaria

Cartagena es una de las pocas ciudades del mundo, con más de tres mil años de historia, que sigue estando habitada.

Repitamos de otro modo. Ciudades con más de tres mil años de historia, las hay, claro. Pero ya están deshabitadas, son enclaves arqueológicos. Que sigan estando habitadas desde sus inicios, pocas. Además de Cádiz, no recuerdo ninguna.

El puerto de la trimilenaria Cartagena una mañana de poca luz. Cosa rara.

En primer término, saliendo, el Patrullero «Infanta Cristina», con un ya largo historial de servicio.