Está la famosa película de los hermanos Coen «Muerte entre las flores», y luego está Arquímedes, también entre las flores, pero él es pura vida.
Vida y todo lo que se asocia a ella: energía, fuerza, alegría, brío, ánimo, vitalidad, empuje, vivacidad, dinamismo… y, sí, también es un poquito borde, pero sólo un poquito.
Bueno, a veces, mucho. Que se lo preguntes a los otros perros del barrio.