Brutal

Brutal

Esto va a ser brutal

Las palabras, como todo, también siguen sus modas. Entre los jilipollescentes (palabra creada por Forges) que más palabras ponen de moda, hasta el vómito, están los periodistas deportivos. En estos tiempos que transitamos han descubierto percutir. En cualquier partido de fútbol que veas u oigas te llegarán miles de percusiones. El verbo, con significado real de golpear, se ha convertido en sinónimo por obra y gracia de los imitadores poco afortunados del gran Matías Prats, de atacar, disparar, correr la banda, acosar, marcar, golear,…

Percute que algo queda

Aquel jugador que no PERCUTE muchas veces en un partido es un pobre paria.

Pero no percutamos más en esto. Hay muchas palabras que se han hecho con un hueco en la cima de la popularidad y no son del mundo del deporte, sino del pueblo llano y sencillo, en general.

Hay millones de pueblerinos (y no estoy utilizando el término en sentido peyorativo, sino como pertenecientes al pueblo) que se han olvidado de adjetivos como espléndido, hermoso, imponente, admirable, asombroso, excepcional, sensacional, soberbio, perfecto, óptimo, maravilloso, fetén, mágico, encantador, magistral, fantástico, fenomenal, fabuloso, formidable, etc.

Todas estas bellas palabras han sido borradas de la mente de la mayoría de la población, como si los Hombres de Negro les hubiesen lanzado un rayo para sustituir todo ello por una única palabra:

Todo lo bueno es brutal. Brutal por aquí, brutal por allí… lo dicen políticos, locutores, intelectuales, militares con o sin graduación… Nadie sabe decir ninguno de los adjetivos indicados más arriba. Todo ha sido arrasado por brutal.

Por cierto, que bruto viene del latín brutus, que significa estúpido. O sea que cuando me referí a los pueblerinos, quizás haya de rectificarlo y emplearlo realmente en sentido peyorativo.

Aunque, quizás… todo va a ser genial

Hay una palabra que compite con brutal y es genial. Aunque la brutalidad gane por goleada, hay también bastante gente que, aunque con no excesiva imaginación, pero sí más criterio sobre lo bueno y lo malo, emplea el calificativo genial.

Puede que sea por influencia de las películas y series yanquis, en que la expresión «genial» (al menos en el doblaje) se emplea muy a menudo.

Lo de brutal para referirse a las cosas positivas no se da en el lenguaje de Hollywood. Allí lo brutal es brutal de verdad.

Aladino y la lámpara maravillosa

Bueno, pues que cada uno diga lo que quiera. Si estamos dispuestos a empobrecer el lenguaje, me parece genial.

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