Dice el refrán que «Es el cebo el que engaña, no el pescador ni la caña».
Yo lo diría al revés, «No es el cebo el que engaña, sino el pescador y la caña».
Pero, bueno, creo que que al chaval se le puede perdonar. Cuando lo fotografié ya pensé que no conseguiría muchos trofeos. Me acordé de ese otro refrán (soy muy de refranes) que dice:
Pescar con anzuelo de plata es pesca más barata.
Y es que parece que cuesta menos comprar el pescado en la pescadería que conseguirlo con el anzuelo.
Angelico mío.