Dicen, y creo que con razón, que ir a Sevilla y no pasear por el barrio de Santa Cruz, ver sus plazas, sus calles estrechas, sus patios… es un pecado.
Es un pecado aunque te tropieces con guiris por todas partes. Por eso hubo que pasear.
Dicen, y creo que con razón, que ir a Sevilla y no pasear por el barrio de Santa Cruz, ver sus plazas, sus calles estrechas, sus patios… es un pecado.
Es un pecado aunque te tropieces con guiris por todas partes. Por eso hubo que pasear.