Supongo que Gian Lorenzo Bernini no me perdonaría haber puesto un filtro a la fotografía que tomé de su Baldaquino, pero…
Mire usted, a veces la tentación le puede a uno. Que el Vaticano me perdone, para eso es su oficio.
Supongo que Gian Lorenzo Bernini no me perdonaría haber puesto un filtro a la fotografía que tomé de su Baldaquino, pero…
Mire usted, a veces la tentación le puede a uno. Que el Vaticano me perdone, para eso es su oficio.