«A España no la va a conocer ni la madre que la parió» dijo Alfonso Guerra, vicepresidente del gobierno y vicesecretario del PSOE, al comienzo de la década de los 80.
Ahora ha sido, Pedro Sánchez, presidente del gobierno, el que se propone dejar a España, o lo que quede de ella, irreconocible para el 2050.
Teniendo a separatistas y comunistas entre sus socios, dejará de ser España; será Expaña, o algo así. Y para que no le ocurra como con la plandemia, que anunció un «gabinete de expertos» que luego se descubrió inexistente, ahora sí que sí.