Hoy no me puedo levantar decía Mecano en una de sus famosas canciones. Y yo, muy a menudo, tengo que cantar que hoy no puedo dibujar. Porque también dibujo, a veces, tanto para este como para mi otro blog.
El caso es que los años, y la artritis, no pasan en balde. Y tengo artritis, vaya por Dios, en el dedo pulgar de la mano derecha, lo que me impide, a veces, repito, sujetar con fuerza el lápiz y, por tanto, dibujar.
En esos casos, mi mesa se queda así, triste, paralizada y en blanco y negro. Como el gato que estaba triste y azul.
El pintor Auguste Renoir también tenía artritis en las manos, pero siguió pintando hasta el final. Está claro que yo no soy Renoir. En ningún sentido.
Puta vida.