A los bañistas les acecha ya un peligro que ni el propio Spielberg pudo imaginar en 1975, cuando arrasó en las pantallas con «Jaws» (en España, Tiburón).
El «tiburón» actual es mucho más mortífero que el de Spielberg porque este no amenaza a unos bañistas despistados de una bahía, sino al planeta entero.