Un día salió el macho alfa de su guarida y se sentó en un plató de televisión. Y se le juntó mucha gente; y entrando «Él» por la caja tonta en las casas de la gente, se sentó, y toda la gente estaba pendiente.

recogedores de tempestades

Y les habló muchas cosas por parábolas. «He aquí, el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves, pero las aves eran inteligentes y no la comieron.

Parte cayó en cabezas, donde no había mucho seso; y brotó pronto en la siguientes elecciones, pero no tenía profundidad la tierra de las promesas; y en cuanto salió el sol de los hechos, se quemó; y como no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre gente de bien, políticos, jueces, policías; y esas gentes crecieron, y la ahogaron.

Pero parte cayó en tierra abonada por paguitas, enchufes, cerebros trastornados y estómagos agradecidos. Y dio fruto, y se fue extendiendo el odio, el paro, la miseria, la violencia, la muerte, la okupación, el hambre…

El que tiene oídos para oír, oiga.

por Marlo

Un comentario en «Parábola del sembrador de odio»

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