Un rayo de luz, a veces, puede traer la magia suficiente para transformar un lugar sombrío en una chispa de esperanza.
El lugar es el cementerio de San Antonio Abad, visto desde la fosa donde reposan mis padres. Estaba oscuro, muy oscuro, parecía que iba a llover. Pero no llovió. Surgió un rayo de luz.
¿Un mensaje? Ojalá