Comencé a comprar El Jueves desde su inicio allá por 1976, creo recordar. Y no solamente la compraba, sino que también la encuadernaba y conservaba. ¡Cuánto tiempo y dinero invertido, sí señor!
Y cuántas risas, con tanto ingenio, por parte de Ivá, Óscar, Perich, Gin, y tantos más. Era una revista de izquierdas, claro, como yo, y tenía el sesgo inevitable, pero era una revista de humor, y le disparaba a todo lo que se movía.
Con el tiempo fueron desapareciendo aquellos grandes del humor. Ley de vida. Y llegaron otros, pero que ya no eran ni dibujantes (aunque dibujan) ni humoristas (aunque a veces -sólo a veces- tengan alguna chispa), eran y son activistas.