Arturo, el corgi galés que nunca supo (ni quiso) dar la pata

Era un Corgi Galés de Pembroke. Nunca supo dar la pata.

En realidad ni supo ni quiso, le molestaba mucho que se las tocaran y era casi el único motivo por el que enseñaba los dientes, aunque había algún otro; también se los enseñaba a las moscas pegajosas de verano que le molestaban, en su creencia ingenua de que así las asustaría y le dejarían tranquilo.

Era inteligente, muy inteligente, el más inteligente de los que he tenido y tengo. Y era tierno y cariñoso.

El corgi visigodo
Arturo, el corgi galés

Tenía un corazón muy grande, capaz de querer a todos los miembros de la familia, cercana o lejana, a los vecinos.

Especialmente a los niños, a los que buscaba para que le acariciaran.

Quería a los que venían por casa con una mínima regularidad, fuesen el peluquero, el frutero, la limpiadora o quien fuese.

Se encargaba de mostrarle su cariño todas las veces que viniera.

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Se parecen a sus dueños

Dicen que los perros se parecen a sus dueños y estoy de acuerdo con ello.

A mí me gusta mucho contemplar el sol al salir y al ponerse, y le huyo cuando está en lo más alto.

Cuando estaba contemplando los últimos minutos de sol, hace unos días, me di cuenta de que tenía un compañero de espectáculo, silencioso y quieto, absorto como yo en la misma escena.

Lanzarote

Era mi perro, Lanzarote.

Aprovechando que tenía a mano el teléfono móvil, y moviéndome con mucho sigilo, conseguí recogerlo en ese instante de unión con el Universo…

Lanzarote, que se parecía a su dueño, ya está en el cielo de los perros.
Lanzarote y la puesta de sol.

Aunque vaya usted a saber si, tan serio como estaba, en realidad lo que estaba pensando era en lo caro que se ha puesto el tocino, como decía Miguel Gila.

Dicen que se parecen a sus dueños. Lanzarote se parecía a mí, salvo en que él era muy valiente y yo no.

¡Vaya valla!

¡Vaya valla! Ahora recuerdo una frase que mi profesor, Don Maxi, nos decía cuando hacíamos dictado, para cazarnos en las faltas de ortografía.

Era «¡Vaya, vaya, con la valla que saltó mi caballo bayo allá por Valladolid!. Me cazaba pocas veces, pero alguna había.

La ha recordado ahora al venir también a mi mente la valla que regalé a mi mujer allá por 2011.

Estaba colocada en el Barrio de la Concepción, cerca del Estadio Cartagonova, y fue un simple gesto para recordarle, tanto pública como privadamente, mis sentimientos por ella.

Entonces llevábamos juntos 38 años. Pero el marcador sigue contando…

Bajando el puente Cartagonova estaba esta valla.
En el Barrio de la Concepción
Esta valla es un regalo por San Valentín
Mari, te quiero

Cuando trabajé en publicidad, hice o diseñé muchas vallas. Tenía lógica hacer una a la mujer que quiero.

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El belén de Flori

El Belén de Flori es espectacular porque ella es toda una artista en trabajos manuales, y lo demuestra cada año en el belén con que nos regala la vista a sus vecinos.

El belenismo es lo suyo, está claro.

Lleva tal cantidad de trabajo, cuidando hasta el último detalle, elaborando cada objeto que integra el paisaje, que cuando termina de desmontar el de un año ya tiene que empezar a armar el del año siguiente.

Esto es una exageración, claro, pero no tanto como podría parecer. Salvo las figuras artesanales de los personajes que le elaboran, el resto está hecho por ella y su familia: herramientas, pájaros, plantas, edificios, árboles, iluminación, etc.

Es todo un placer observar todos esos pequeños detalles que llenan cada rincón y escuchar a Flori los medios y materiales de los que se ha valido para elaborarlos, resultando a veces muy pintorescos y sorprendentes.

El belén de Flori
El nacimiento

El belén de Flori

Aquí dejo una muestra del recorrido por el belén de Flori.

Aplicación práctica de la astrología

Aplicación práctica de la astrología… La primera pega con que se encuentra aquel que comienza a oír hablar de astrología es el creer o no en ella. Para los que deciden no creer (porque generalmente no se cree por decisión en lugar de hacerlo por conclusión) ha cesado el problema.

Sin embargo, para el que piensa que es o que puede ser verdad, surgen ahora más preguntas: ¿Para qué me sirve? suele ser una de ellas y a esta pregunta se le da invariablemente una respuesta: el horóscopo.

El tema natal u horóscopo es algo valioso y útil que casi todo el mundo conoce, consiste básicamente en una representación gráfica del cielo en el momento que nos interese.

Proviene de las palabras griegas horo (hora) y skopo (observar). Podríamos traducirlo por “yo observo la hora”.

Cuando me dedicaba a estas cosas.
Conferencia sobre astrología en el Aula de Cultura de Murcia


Sería, pues, el estudio de una hora determinada.

Sirve para estudiar muchas cosas: carácter, posesiones, enfermedades, etc. pero también tiene sus limitaciones.

Una vez pasada la euforia y el misterio del primer momento, una vez que hemos obtenido de él toda la información posible por los medios que sean (libros, estudios, amigos, etc.) se convierte en un trasto inútil.

¡Hasta extraño con todos esos signos tan raros y que antes nos intrigaban tanto. !

El final muchas veces es arrinconarlo y, al final, perderlo.

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Galería

Pegatinas

He dibujado muchas pegatinas, esa cosa que ahora llama sticker tanta gente. ¡Qué horror de nombre y qué horror de gente!

 La que mejor recuerdo me trae por muchas cosas es la de la Autoescuela Levante de Cartagena, hoy desaparecida. Porque fue la primera, porque aquella etapa de mi vida la recuerdo con mucho agrado, porque saqué el carné de conducir a la primera, porque siempre me gustó la cara simpática de aquel coche y porque gustaron tanto que la autoescuela tuvo que repetir más tiradas.

Mi primera pegatina
Autoescuela Levante

Mi primera pegatina.

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Mi primera vez en El Jueves

La primera vez que aparecí en El Jueves, como lector-colaborador, claro, ya que nunca me han querido de otro modo, fue en Octubre de 1984.

Después ha habido otras. Todas con el mismo exitazo.

Por aquellas fechas habría algún tipo de concurso o colaboración de lectores ya que según, se dice en la reseña, yo les había enviado algunos chistes, cosa que no recuerdo, pero no porque no lo haya nunca si no por todo lo contrario.

De lo que sí me acuerdo y nunca me he olvidado, ni les he perdonado, es de que dijesen que yo era de Murcia. Y eso que empezaron bien, llamándome Jotaefe el cartagenero pero, al final, zas en toda la boca.

El Jueves puteándome, como siempre.

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