Qué hermoso es el Vesubio, y qué maligno de forma periódica. La última vez que erupcionó fue en 1944.
Y qué cerca está, demasiado cerca. Eso me pareció cuando estuve en Nápoles y Pompeya.
Qué hermoso es el Vesubio, y qué maligno de forma periódica. La última vez que erupcionó fue en 1944.
Y qué cerca está, demasiado cerca. Eso me pareció cuando estuve en Nápoles y Pompeya.