A mi perro, Lanzarote, le gustaban los gatos. Supongo que allá donde esté ahora, en el cielo de los perros, dicen, le seguirán gustando.
Y si tiene a mano alguna manada de gatitos, estoy seguro de que hará de canguro y los cuidará igual que cuidaba los nuestros.
Todo delicadeza pese a lo grandote que era.