Plaza Navona, Roma.

El día que estuve en la Plaza Navona no vi ni Ángeles ni Demonios, aunque puede que estuviesen, dado que había mucha luz y mucha oscuridad.

Lo que sí estaba, seguro, era el obelisco de Domiciano. Imposible no verlo.

por Marlo

Un comentario en «Piazza Navona, sin ángeles ni demonios»
  1. […] Cuando lo vi y fotografié, estaba cubierto de palomas. Otra peste, dicen, de nuestras ciudades, por las enfermedades que transmiten, dicen, y por el deterioro que causan con sus deyecciones. Me quedé con la duda de si el pobre Nilo intentaba protegerse de las aves o de nosotros, el rebaño de mirones. […]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.