![](https://www.cartagenadelevante.es/wp-content/uploads/2022/02/23-Plaza-Navona-1024x1024.jpg)
El día que estuve en la Plaza Navona no vi ni Ángeles ni Demonios, aunque puede que estuviesen, dado que había mucha luz y mucha oscuridad.
Lo que sí estaba, seguro, era el obelisco de Domiciano. Imposible no verlo.
Para reír o llorar, depende
El día que estuve en la Plaza Navona no vi ni Ángeles ni Demonios, aunque puede que estuviesen, dado que había mucha luz y mucha oscuridad.
Lo que sí estaba, seguro, era el obelisco de Domiciano. Imposible no verlo.
Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.
[…] Cuando lo vi y fotografié, estaba cubierto de palomas. Otra peste, dicen, de nuestras ciudades, por las enfermedades que transmiten, dicen, y por el deterioro que causan con sus deyecciones. Me quedé con la duda de si el pobre Nilo intentaba protegerse de las aves o de nosotros, el rebaño de mirones. […]